miércoles, 4 de junio de 2008

Circuncisiones y guerra civil...

Pues parece que la cosa ha sido más seria de lo que creía y de lo que hasta hace un par de días reconocían los propios yemenís. Durante las últimas semanas se hablaba de enfrentamientos en el norte entre unos rebeldes y el ejercito. Los rebeldes provienen de la región de Sa’da, fronteriza con Arabia Saudí, donde nunca ha hecho gracia que aquí se instaurara una democracia y confiaban más en el mandato de un Iman que, casualmente tiene que ser de la zona, del clan Houthi que ahora, con las armas, exige su derecho a gobernar. En los enfrentamientos, según especulan en los periódicos porque no hay fuentes oficiales que digan el número de bajas, han muerto cientos de soldados y de seguidores de Al’Houthi.
La prensa en inglés y la guerra de cada dos años.

Lo más grave ocurría la semana pasada cuando un grupo de rebeldes tomaban posiciones apenas a 15 kilómetros del aeropuerto internacional de Sana’a. El gobierno se aplicó con esmero a borrarlos del mapa a cañonazos (escucharlos era un entretenimiento nocturno que una noche compartí con el vecino en el tejado de mi casa) y parece que lo consiguió porque no han vuelto a oirse disparos. Después de esto en la calle mis conocidos aseguraban que la cosa estaba acabada y que adiós Al’Houthi y sus compinches. Aunque esta semana tampoco lo ven tan claro que se acabe con esto del todo. Los rebeldes se han retirado a “sus” montañas y ahí no hay quién los caza. Además está la ayuda que según los yemenís recibe el Houthi (chií) de Irán para desestabilizar el país y proclamar el imanato que hace que tenga más armas, combatientes y reservas de las que pensaban en un principio por lo que los combates continúan aunque lejos de Sana’a. En la ciudad vieja la gente no parece preocuparse demasiado considerando a la capital inexpugnable. No debe tenerlo tan caro el presidente del país ya que según me cuenta Beatriz, una compañera que vive cerca del palacio presidencial, hay muchos más controles que antes, militares en todas las esquinas de la residencia de Abdullah Saleh y hace un tiempo cayeron dos morteros en el jardin del presidente. Veremos lo que pasa aunque por ahora si no eres soldado y no te pueden movilizar no hay porque preocuparse.

Como digo el grueso de la gente que apoya a los Houthis son de Sa’da. Una orgullosa y muy montañosa región con la que siempre ha tenido problemas el gobierno central que, por otra parte, tampoco tiene muchas ganas de mejorar las condiciones de vida de los habitantes de esta región. Este es un motivo de su cabreo. Legítimo pero lo que en verdad está detrás de su arisco carácter lo conocí hace poco en una visita a la Casa del Folklore y tiene que ver con sus tradiciones.

En el Islam circuncidan a los niños. Lo hacen durante los primeros diez días de vida con lo que el chaval, aunque llore bastante cuando le cortan ahí abajo, se recupera con rapidez. En Sa’da tienen algo más de mala leche y lo hacen cuando el fulano está apunto de casarse. Solo con imaginarme lo que tiene que ser eso me encojo. Con 25 años, hecho un mozo, que un tipo te coja la punta y te la corte con una tijeras en caliente es demasiado por mucho qat que hayan masticado. Además lo hacen antes de casarse, cuando al mozo ya le han adjudicado moza, y no va a poder cumplir sus deberes maritales durante una larga temporada!!! Además, según me cuentan, la “operación” la hacen en presencia de la futura esposa y si el mozo manifiesta de alguna manera lo que duele, si grita o se le saltan las lágrimas, puede rechazarle por considerarle poco hombre. Si la vida es así quién no va a estar dispuesto a echarse al monte y llevarse por delante a un par de tipos que le pueden recordar al capullo de las tijeras.

En fin, como siempre, a cuidarse todos y tranquila Madre que por aquí, por ahora, no hay peligro. Para saber más sobre la actualidad yemení: http://www.yementimes.com/

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero de verdad que has odio explosiones y disparos????
Marta

Anónimo dijo...

Vamos que el tipo en cuestión es Curro Jiménez pero a lo yemení. Y todo por la versión de cómo cortar el prepucio. Nada nuevo bajo el sol.
No se si todo esto tiene algo que ver con la existencia anterior de un Yemen del Norte y del Sur. Desde luego el país nunca ha sido una balsa. Nada nuevo bajo el sol.
Imagino que de kat en el tejado de tu casa escuchado los morterazos de Curro debe ser una experiencia cuando menos curiosa.
Salute isbaniya. El Puma.