lunes, 12 de mayo de 2008

Gastronomía yemení...


Aspecto de un restaurante de salta. En primer plano el nuevo colega Ivan y otro Mohamed.

Ya he comido salta, el plato típico yemení y una de las cumbres de su cultura culinaria. Para comer esto lo mejor es ir a casa de alguién - algunas familias la comen todos los días y todas los viernes - o ir a alguno de los restaurantes especializados que la preparan. Basicamente la salta es un puchero hirviendo de productos indeterminados que se van pescando con un trozo de pan hasta que llegas a ver el fondo. De ahí proviene su nombre, de lo que "salta" cuando te traen el puchero a la mesa.

El maestro fogonero en acción.
Es un buen ejemplo de la cocina "al soplete" que se practica por aquí. El cocinero está frente a los fogones y en las cacerolas de al lado tiene los productos preparados: la mezcla de verduras que sirve de base y es como una sopa, un revuelto de carne indeterminada y el "hulba" (o algo así) que es como una espuma verdiblanca que se le añade al final y le da el toque de gracia al plato.

Al tipo le van poniendo los pucheros en los sopletes frente a él en función del número de comensales: pequeños, una o dos personas, más grandes, más gente... y los va llenando con un caco de las distintas cacerolas que le rodean hasta que completa las raciones y la mezcla llega al punto justo de cocción= ha hervido un buen rato, se han muerto todos los posibles microbios que eso tuviera y el puchero está tan caliente que al que lo toque con los dedos se le van a quedar pegados (por cierto que para que no estallen al calentarlos tanto en los restaurantes "cosen" los pucheros con alambre).
Cuando está así te lo acercan a la mesa apoyado en una lata de conservas vacía mientras el camarero lo sujeta con un cartón. Lo planta en la mesa o el suelo (porque les encanta comer en el suelo) y la salta se remata volcando una escudilla de sopa que nos han dejado antes. Una nube de vapor sale al aire mientras los yemenís se lanzan a comer armados de un trozo de pan. Todos se queman la lengua pero como para ellos "más caliente es mejor" no pasa nada y siguen dándole a la mandibula sin abrir la boca. Empiezan a sudar

A comer! dice el primo del Diego el del Nerea.

Según cuentan la salta es buena para todo. Sienta el estómago, alimenta, está buena (esto es verdad), y además es la comida que les prepara para la sesión de qat venidera. Según parece el qat sujeta (y como) la tripa y la salta reblandece lo que hay ahí abajo. Un plato muy recomendable de gastronomía yemení que hay gente que disfruta todos los días y que está realmente bueno una vez que has dejado de preguntarte que coño estás comiendo y te dedicas a tragar como ellos. Por último, el pan que se come en muchos restaurantes está hecho en el momento y, por supuesto, tan caliente como la salta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Asi me gusta pequeño, que te alimentes bien, para que no te quedes tan flacucho como en el viaje anterior, y cuidado con el qat. Besitos. Amparo