domingo, 4 de mayo de 2008

Algo de higiene...

La Mulujilla del otro día hizo bien su trabajo y tuve que visitar más de un servicio, nada que no arreglara después una bolsa de qat, así que ya estoy bien. He aquí una muestra de lo que hay por aquí. Es solo un apunte porque los hay mucho peores y alguno mejor.

Este primero es el de mi casa, que ha incluido una serie de adelantos que no había hace seis años. El primero, la papelera al lado de la taza. Es para echar el papel de limpiarse y es que las cañerías de Sana'a no están preparadas para arrastrar el papel usado. Esto es nuevo, aunque no se si muy útil. Hay veces que, según me cuentan, se olvidan de retirar a tiempo la bolsa con lo que todo huele como os podeís imaginar. La segunda novedad que no había visto es la manguerilla limpiadora. Esto va así: terminas la misión, diriges la manguerilla al agujero y sueltas el agua. Es un sistema efectivo, si tienes que usarlo mucho no te deja el trasero como una lija y además es limpio, aunque siempre hay que repasar algo con la mano izquierda por si hay algún pegote. El uso de las manos es importante. La derecha es para lo bueno (comer, saludar,...), la izquierda para lo chungo (limpiarse el culo).




La variedad de mangueras es mucha, las hay con cabezal o sin él, como esta de un restaurante en teoría de los buenos de aquí. Observesé la manguerilla en el suelo que, digo yo, habrá que apretar con los dedos como cuando se riega y el agujero del suelo útil para tragarse el agua que siempre cae por todas partes. Esta es una buena aportación a la limpieza en general que permite recoger el agua sin la engorrosa fregona.


Pero sin duda, el modelo de baño que más mola es este último que tiene de todo: taza con manguerilla, agujero en el suelo, que suele ser más higiénico que la taza porque no te apoyas en nada, cubo con jarrillo (forma tradicional de limpiarte que es algo más artesanal y menos efectiva que la manguerilla) y ducha. Esto es lo mejor. Terminas de lo tuyo, te incorporas y te puedes duchar sin moverte del sitio. Cuando terminas, empujas el agua al agujero del suelo (el que tiene una rejilla, no el otro) con el palo rojo y has limpiado el baño a la vez. 3 en 1 en apenas unos minutos.

A cuidarse todos.

6 comentarios:

Salao dijo...

Muy bueno Nacho, una información la mar de interesante para cuando uno se decida a viajar al Yemen.
Aunque sigo pensando que dnd este el papel....

Anónimo dijo...

hola nacho un saludito somos charo y jorge.

Anónimo dijo...

Un poco escatologico hermanito!!!

Anónimo dijo...

Impresionante este documento de antropología sobre las formas de ir al baño en Yemen y como mantener la higiene personal.
Insisto en que profundices en estos pequeños pero no menos importantes temas de la cotidianeidad yemení.
Impactantes las fotos, desde un punto de vista subjetivo, del manejo de la manguera.
Sigue por esta senda y conseguirás el Pulitzer.
Ere un moshtro colega.
Er puma

Javi dijo...

Si es que sois unos nenazas; claro, como no has hecho la mili, pues no sabes lo que son cagaderos de verdad: se llamaban letrinas, te abrías de piernas (con perdón), te ponías en cuclillas y cuando estabas en plena faena aparecía un hijo de puta, que te quitaba el gorro.
¿Que como se quitaba el gorro? Empujando la cabeza del tipo hacia abajo (normalmente caía contra el suelo) y desapareciendo corriendo.
Esos sí que eran momentos extasiantes. Y guarros, la verdad, porque el suelo de las letrinas solía estar a tope; no había luz, era de noche... y ya se sabe. Paff!

Besos desde la República Independiente Popular de Arre

Javier

Will dijo...

Si es que ya no hay tipos duros como los de antes... Eso si que curtia y preparaba para la vida.
Un saludo a todos.