La molicie...

Tener al día un blog no es fácil. De hecho es complicadísimo (como muchos de vosotros sabeis, verdad vaguetes!?). Francamente: es un coñazo. Esto de decicarle un rato cada día - enhorabuena a los que lo consiguen - para mi es muuyyy jodío. Llegar a casa y que se te ocurra algo que contar, o recordar eso que te ha hecho gracia y, en su momento, querías comunicar a la humanidad entera… En fin, esas cosas. Pues no me suele pasar. O cuando me pasa tengo algo mejor que hacer. Comer, por ejemplo. O, sencillamente, no te apetece y pasas de hacerlo… Así que llega un día y echas un vistazo a tu página y te das cuenta de que no has puesto nada hace unos meses.

- ¿Tanto? - te preguntas -, joder como pasa el tiempo.

Y te das cuenta de que se ha apoderado de tí la MOLICIE, que utilizara nuestro amigo Mino para arrastrarnos a (lamentables, por mi parte) pachangas futboleras, y que, con perdón de la Academia, habla de la vaguería, pereza, apatía o desgana para hacer algo. En este caso, escribir aquí o poner unas fotos… contar algo, vamos.

Aspecto de un fulano poseido por la molicie... Ya se que es desagradable, pero es así!

Y el caso es que durante este tiempo he tomado estampas pensando en el blog, el amigo Lenon me ha recordado alguna vez que lo tengo abandonado y he visto que “Super Ignacio” sigue entrando de vez en cuando (también lo ha hecho Yoli y hasta ha escrito)… Así que, sin tener en cuenta cuanto me puede durar este ímpetu, me propongo ponerlo un poco al día... más o menos. Veremos!!

PD: Si esta decisión la mantengo tanto como otras (salir, beber, el rollo de siempre) apañados vamos. Un abrazo a todos y todas. Uff, que pereza me da la política y nuestros políticos (esto no tiene nada que ver pero me apetecía decirlo y para eso tengo esto).