jueves, 5 de marzo de 2009

La Cascada del Purgatorio...

Está enfrente del Monasterio del Paular. Se trata de una excursión – paseo para ir en plan romántico con la parienta/e y comerte un bocadillo en un rincón muy majo. Yo estuve el fin de semana pasado con Santi, el Lenon, y el Puma que no es ir de parejitas pero bueno. También vino Dorita – que al principio iba a su bola, reconociendo el terreno, y no hacía ni ‘puto’ caso a nadie y menos a su dueño; que luego escaló muy bien; y a la que el aire de la sierra hiperventiló (acostumbrada a Madrid esto era mucho oxigeno) y se dedicó a montarnos a todos.
El arroyo Aguilón con bastante agua
Unas cervezas de más, no muchas, el viernes por la noche hicieron que saliéramos de Madrid camino de “algún sitio para andar un rato” a mediodía, con lo cual llegamos al Mº del Paular, comienzo de la ruta, a la hora de comer, casi. Un montón de gente por allí disfrazados de montañeros, como nosotros, que ya volvían y un principio muy poco prometedor. Afortunadamente la cosa cambia al empezar a remontar el arroyo Aguilón, que un poco más arriba forma la cascada. Mucho agua en el curso del río (menudo año llevamos de lluvia y nieve), cortados petreos que encajonan la corriente, árboles retorcidos, algún puentecito. Más gente, perros que ladran, tipos que gritan… y, con poco esfuerzo y sin perdernos – el camino está muy bien marcado –, llegamos hasta la Cascada. Rumor de agua y frío, “aquí no da el sol en todo el día”, decidimos. Así que para comer el bocata a subir un poquito, sentarnos al solecillo y sestear uno minutos.
- ¿Y para bajar que hacemos?
- Porqué no subimos un poquito para ver las vistas…

Aún quedan un par de horas de luz así que eso hacemos. La cosa mejora a cada paso. Subida que pica para arriba pero una vez allí se ver el nevado perfil de Peñalara casi enfrente, el Mº del Paular, a la derecha, y por detrás, la Cuerda Larga, también con mucha nieve. Ya que estamos aquí, vamos a subir un poco más y ya bajaremos por donde podamos… y eso hicimos.
Por aquí subimos. Arriba, buenas vistas y mucho aire, de la bajada no hay pruebas.
Descenso “alatul” – bien recto pa'lante – y bajamos 400 metros de desnivel en cinco minutos. Tuvimos suerte, se podía hacer bien sin barrancos ni nada de eso y caímos al camino que nos dejo en el coche cuando empezaba a oscurecer. Recomendación, si alguien tiene pensado venir hasta aquí y tiene fuerzas, que suba para arriba frente de la cascada– no tiene pérdida-. Hay unas vistas para no perdérselas. Saludos a todos y Aupa Atleti!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Pablo, estaba por los infinitos confines de internet y me he pasado a verte, soy Alejandro del Yemen, el de Barcino, no sé si te acuerdas...
Que bien se ve que te va todo por ahi, excursiones y demás momentos "ociosos", bueno, resumiendo, que te vaya todo bien y quizá nos encontremos en algún lado.
مع السلاما يا صديقي بابلو